25 mar 2013

ESCRACHES. ADA COLAU

Hace unas semanas descubrí en el blog de mi amigo (de internet) Carlos Marenco (argentino) el sustantivo escrache y el verbo escrachar.  Era la primera vez que leía estas palabras; tampoco las había oído. Por el contexto del post deduje su significado y supuse que era un argentinismo. Luego consulté el diccionario de la RAE, donde vi que solo aparece el verbo, y con unas definiciones muy, digamos, imprecisas e inapropiadas para el sentido que en Argentina se le da a escrachar. (O sea, el diccionario de nuestros sesudos académicos, esta vez, como otras, anda un poco desactualizado).

El post de mi amigo Marenco, con el que me une, principalmente, el interés por nuestro idioma, hablaba de los escraches, que, por lo que decía, se estaban ¿haciendo?, ¿ejerciendo?, ¿realizando? (espero que Carlos, si lee esto, me aclare qué debo escribir) sobre algunos políticos argentinos. Al leerlo y descubrir las palabras, que me gustaron (como siempre me gustan las nuevas palabras), no dudé en escribir en el blog un comentario dejando constancia de mi descubrimiento; también le dije a Carlos que la palabra vendría muy bien para hablar de los casos de corrupción en España y -pensando en Bárcenas y en otros imputados- de las “delicadezas” que les dice la gente que los “arropa” cuando visitan las sedes judiciales.

Lo que no pensaba es que escrache se iba a imponer tan pronto por aquí como he podido comprobar a raíz de las visitas que miembros de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) han hecho a los domicilios de algunos políticos, y de su repercusión en los medios de comunicación españoles. Desde el viernes pasado, la palabra escrache está de moda y todo dios la utiliza, sobre todo en la radio y en la tele; bienvenida sea. En cambio, no he oído que se utilice el verbo escrachar; supongo que también pronto se utilizará.

Pero, además de lo estrictamente lingüístico-semántico, quería aprovechar este post sobre los escraches para hablar de un personaje muy vinculado con esta práctica de presión y que desde hace algún tiempo está teniendo un protagonismo especial en la actualidad española: me refiero a Ada Colau, portavoz de la PAH. Esta joven mujer, barcelonesa, me tiene impresionado. Se ha hecho un hueco –mejor dicho, está teniendo un papel muy relevante- en todos los medios de comunicación por ser la cara visible de la plataforma que lidera, que viene luchando desde hace unos pocos años contra los desahucios que las entidades financieras practican contra sus deudores como consecuencia del impago de los préstamos hipotecarios, que han proliferado en el último año como consecuencia de la crisis económica que nos afecta.

En una lucha desigual (plantar cara a la banca no es nada fácil), la plataforma de Ada Colau ha conseguido no pocas victorias, alguna de ellas de extraordinaria importancia, como es el caso de haber forzado la admisión en el Congreso de una Iniciativa Legislativa Popular (ILV) para modificar la legislación hipotecaria actual, tras haber conseguido el apoyo de nada menos que ¡casi millón y medio de ciudadanos!; que no lo hace cualquiera.  Pero el logro más importante de la PAH ha sido que la mayor parte de la ciudadanía haya tomado conciencia del drama humano de los desahucios y, de forma expresa o tácita, apoye las reivindicaciones de la plataforma.  Y esto, en mi opinión, ha sido mérito personal de Ada Colau. Porque esta mujer es una gran comunicadora y, además, parece muy inteligente; por eso, con su sereno y firme discurso consigue transmitir credibilidad y honestidad. Así que creo que ha nacido una estrella; espero que se mantenga con luz propia en el firmamento de la política española.

No sé cómo acabará su guerra contra los desahucios; no lo tiene nada fácil. Pero sí estoy seguro de que, pase lo que pase, no habrá sido una lucha inútil. Como decía antes, ya ha conseguido ganar más de una batalla y seguro que conseguirá más. Los afectados por los desahucios le tendrán que agradecer su tarea.

Yo, como ciudadano normal, también se lo agradezco, pero le agradeceré más que, ya que se ha metido en estas cosas del servicio público (esperemos que sin intereses ocultos), dé un paso más y se haga un sitio en la política de España. Seguro que no le faltarán “ofertas”. En estos tiempos de gran descrédito de los políticos necesitamos caras nuevas que den confianza y transmitan honestidad; yo prometo votarla (salvo que se arrejunte con Aznar).

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NOTA POSTERIOR: En este preciso momento en el que escribo, unos minutos después de subir el post, estoy viendo en la tertulia nocturna de Intereconomía TV -en la que intervienen algunos de los personajes con mayor afinidad ideológica con la derecha española- que están poniendo a caldo a Ada Colau; obviamente, también han mencionado reiteradamente la palabra escraches. ¡Estás que te sales!, Ada.

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25-5-2015. OTRA NOTA POSTERIOR: En las elecciones de mayo 2015 a la alcaldía de Barcelona, Ada Colau encabezó la lista más votada. Con toda probabilidad, será la próxima alcaldesa de la Condal. Ha sido la mejor noticia del año. ZORIONAK!!!, Ada.
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29-12-2018. OTRA: Hoy, por la FUNDEU me he enterado que «escrache» fue considerada palabra del año en 2013.



23 mar 2013

IZQUIERDAS Y DERECHAS

Encuentro razonable que se sigan utilizando los términos derecha e izquierda (en singular o plural) como identificadores de los espacios político-ideológicos de los partidos políticos. Ambos resultan bastante expresivos porque, sin que acertemos a dar una definición clara e inequívoca de ellos, todos entendemos su significado. Pero, por otro lado, hay que reconocer que en España (no sé en otros países) ambos términos resultan muy duros, porque, al menos los que tenemos una edad, los relacionamos sin querer con los dos bandos de la guerra civil o la posguerra y, por tanto, además de rememorar tiempos que merecen ser olvidados, sugieren una palabra mucho más fuerte: enemigos. Las derechas han sido enemigas de las izquierdas y viceversa. 

Supongo que es por eso por lo que los partidos de una y otra, digamos, ideología han tratado en ocasiones de evitar definirse como de izquierdas o de derechas. Unas veces, los de derechas se autodenominan de «centro» (recordemos, sobre todo, a la UCD) o «conservadores», y los de izquierdas «progresistas». Pero son autocalificaciones que parece que no tienen mucho éxito. Lo de «centro» era y sigue siendo un camelo, y lo de conservadores no queda muy claro; tampoco la denominación de «progresistas» resulta muy eficaz, porque esta calificación sugiere la de «progre», que muchos la utilizan despectivamente, por lo que tampoco gusta demasiado. Así que me temo que izquierda y derecha van a seguir mucho tiempo como etiquetas que los partidos deben asumir, aunque espero que las connotaciones negativas a las que antes me he referido vayan desapareciendo con el tiempo. Tampoco estaría mal inventar otras denominaciones. 

Otra cosa es la utilización de izquierda y derecha para identificar el posicionamiento político de las personas o para clasificarlas o etiquetarlas ideológicamente. A mí no me parece bien esto, salvo que sean las propias personas las que se los autoapliquen; en tal caso allá ellas. Cada cual es libre de calificarse como le dé la real gana, si bien puede que los demás les vean o les cataloguen de otra manera en razón de sus actos u opiniones. A esto es a lo que voy en este escrito. 

No me parece bien que, por actos u opiniones ante una cuestión en concreto y en determinada circunstancia, se tilde a las personas de ser de izquierdas o de derechas. Pues no, porque el ser humano es complejo y sus actos y opiniones no son lineales, es decir, no siempre se ajustan a estereotipos o pautas rígidas de comportamiento, y no es extraño que una determinada persona, ante una situación concreta, actúe u opine de acuerdo con los parámetros ideológicos de la derecha, y ante otra situación diferente lo haga de acuerdo con los de la izquierda. Y eso no me parece censurable; es decir, me parece bien que las personas estén unas veces a favor de las posiciones que defienden los unos, y que esas mismas personas, en otras ocasiones estén con las de los otros. O sea, no me gusta que las personas sean siempre de derechas o sean siempre de izquierdas. Posiblemente, la clave de lo que digo esté en los matices semánticos que diferencian en castellano a estos dos verbos copulativos, ser y estar: el primero se relaciona con lo estructural o permanente y el segundo con lo coyuntural o circunstancial. Personalmente, en estas cosas de las que hablo (y también en otras), evito posicionarme utilizando el verbo ser; solo lo uso cuando hablo de Bilbao o del Athletic. 

Naturalmente, hay personas que siempre se alinean con los posicionamientos de la derecha o con los de la izquierda; en tal caso es obvio que a éstas es fácil etiquetarlas y es muy posible que asuman de buen grado la etiqueta: son de izquierdas o son de derechas. En otro plano, es como el caso de los descerebrados forofos del Madrid y del Barça que se extasían con las jugadas de Ronaldo y Messi, respectivamente, despreciando sistemáticamente lo que hace la estrella del otro equipo, aunque haya sido una virguería de quitarse el sombrero; desde luego, se sienten muy orgullosos de que les consideren madridistas, unos, y culés, los otros. 

Por tanto, lo que quiero decir con este rollo es que no está bien que, figuradamente y en términos políticos, se nos cuelgue el cartelito de derechoso o izquierdoso por posicionarnos de una determinada manera ante un hecho en concreto. No solo por las connotaciones de estos términos a las que ya me he referido al principio —que también—, sino, principalmente, porque todos tenemos que tener libertad para posicionarnos ante cada situación y en cada momento sin estar expuestos a que por ello los unos y los otros nos clasifiquen y nos etiqueten.

Aparte de todo esto, es evidente que muchos no tienen claro qué es eso de derechas e izquierdas. No es infrecuente que las personas se basen en determinados parámetros ideológicos para catalogar a los demás y, por otra parte, utilicen otros distintos para catalogarse a ellas mismos. O sea, es como si utilizaran distinta vara de medir cuando enjuician a los demás que cuando se enjuician a sí mismos. Y esto ocurre porque no se ha publicado, que yo sepa, un catálogo ideológico de bolsillo (o sea, de fácil consulta) para definir cada uno de los dos posicionamientos, de modo que todos podríamos tener claro si somos de derechas o de izquierdas, o a cuál de los dos se ajusta nuestro comportamiento u opinión ante las cuestiones, realidades y circunstancias de carácter socio-político más controvertidos.

Es decir, creo que todos tendríamos que tener siempre a mano algo parecido a lo que pongo a continuación:


Concepto
Para la DERECHA:
Para la IZQUIERDA:
 
Estado
Aparato institucional del que se sirven los políticos para ganarse la vida. En buena parte de su configuración, es
 
PRESCINDIBLE
Aparato institucional al servicio del desarrollo integral de todos los ciudadanos, especialmente de los más débiles o desprotegidos.
 
INDISPENSABLE
Gobierno
Órgano para la gestión del Estado, que debe basar su acción en facilitar la actividad empresarial y el desarrollo económico en el país.
 
LO HACE FATAL
Órgano para la gestión del Estado, que, por encima de todo, debe ocupare de los más desfavorecidos y del mantenimiento del Estado
 de bienestar
LO HACE FATAL
Justicia
Aparato corrector para preservar el cumplimiento de las obligaciones de los diferentes agentes sociales y económicos y de los propios ciudadanos.
NO FUNCIONA
Aparato de defensa de los derechos de los ciudadanos y de los agentes económicos y sociales.
 
 
ES UNA MIERDA
Parlamento
Escenario para los combates dialécticos directos entre los políticos
 
NO SIRVE PARA NADA
Lugar en el que los políticos que lo ocupan incumplen permanentemente las promesas electorales.
SIRVE PARA POCO
Impuestos
Carga económica que padecen los ciudadanos y los agentes económicos y productivos.
 
HAY QUE REDUCIRLOS
Mecanismo redistributivo del potencial económico de las empresas y ciudadanos, con el fin de atender a los gastos del Estado.
HAY QUE AUMENTARLOS PARA LOS RICOS
Administración pública
Entramado burocrático orientado a crear obligaciones a los agentes económicos y a los ciudadanos.
 
SOBRA LA MITAD, POR LO MENOS
Soporte operativo para el sostenimiento de las necesidades del Estado y, por tanto, de los ciudadanos.
HAY QUE REFORZARLA E INDEPENDIZARLA DE LOS GOBERNANTES
Sector empresarial público
Competencia empresarial desleal con el sector privado.
 
 
A PRIVATIZAR
Cobertura de las necesidades empresariales no rentables pero necesarias para los ciudadanos y desarrollo del Estado.
A PROTEGER
Funcionario público
Trabajador que tiene asegurado vitaliciamente el puesto de trabajo.
 
 
 
HAY QUE QUITARLES PRIVILEGIOS
Trabajador que se ocupa de que se atiendan los derechos de los ciudadanos y sectores económicos y que todos ellos cumplan con sus obligaciones administrativas y legales.
HAY QUE PROTEGERLOS
Empresa privada
Motor de la economía, cuyo fin principal es el beneficio económico para el empresario, de modo que este pueda retribuir a los trabajadores.
 
 
 
 
EL ESTADO LA DEBE PROTEGER
Motor de la economía que, además del fin económico, tiene como objeto principal crear condiciones apropiadas para el desarrollo digno e integral de los trabajadores y, también, la reversión de parte de sus beneficios a la sociedad de la que se sirve.
EL ESTADO DEBE HACER CUMPLIR ESTO
Empresario
Emprendedor al que la sociedad debe reconocer y agradecer que ponga su talento y capital para el desarrollo económico del Estado y, por tanto, de sus ciudadanos.
 
 
HAY QUE PROTEGERLO
Emprendedor que debe mostrar permanentemente agradecimiento por poder desarrollar su talento empresarial y obtener beneficios económicos, por lo que debe interiorizar que está en deuda permanente con la sociedad.
HAY QUE VIGILARLO
Beneficios empresariales
Compensación justa al talento y capital empleado
  
 
CUANTO MÁS, MEJOR
Compensación justa al talento y capital empleado, una vez deducido una parte importante en pago de la deuda social. 
DEBE SER RAZONABLE
Sindicatos
Engendro antisocial (por ser antieconómico) que solo pretende complicar o dificultar el desarrollo empresarial o de cualquier organización con trabajadores.
 
HABRÍA QUE SUPRIMIRLOS
Agrupaciones para la protección de los derechos de los trabajadores, a los que deben defender y apoyar cuando se ven agredidos por la voracidad y deshumanización empresarial.
SON IMPRESCINDIBLES
Trabajador
Individuo que debe mostrar agradecimiento a la empresa por disponer de un puesto de trabajo que le reporta un sueldo o salario para poder vivir.
 
DEBE ESTAR AGRADECIDO AL PATRÓN
Fuerza determinante en la empresa, en cuyos beneficios económicos debe participar vía salario o sueldo y que representa a la sociedad en el pago empresarial de la deuda social.
EL PATRÓN DEBE AGRADECER SU ESFUERZO
Salario/sueldo
Compensación económica discrecional, generalmente excesiva, de la empresa al trabajador
 
INJUSTO POR EXCESIVO
Compensación obligatoria de la empresa al trabajador que debe ajustarse a los beneficios empresariales.
 
INJUSTO POR INSUFICIENTE
Regulación laboral
Marco normativo que dificulta la agilidad que se precisa para el manejo de la fuerza de trabajo (trabajadores) en las empresas.
 
SOBRA
Protección legal a los trabajadores para garantizar que no haya discrecionalidad en la gestión empresarial respecto al manejo de la fuerza de trabajo.
IMPRESCINDIBLE
Religión
Freno moral necesario para evitar las desviaciones y malas inclinaciones de las personas. Canal de exculpación de nuestras faltas o pecados. Refugio para sobreponerse ante las penalidades de nuestra existencia.
 
 
NECESARIA
Imposición moral que restringe o imposibilita la necesaria libertad intelectual de cada individuo.
Anacrónico catálogo de creencias que impone un corsé intelectual a los creyentes. Artificialidad de lo sobrenatural. Método suasorio para el amansamiento y resignación colectiva.
SOBRA
Familia
Soporte básico y fundamental de los individuos, que, además, asegura la continuidad de nuestra especie.
ESTÁ BIEN
Soporte básico para la convivencia de los individuos, que, además, facilita la continuidad de nuestra especie.
ESTÁ BIEN
Aborto
Asesinato de un inocente
 
 
A PROHIBIR Y PENALIZAR
Acto de libertad de la mujer, dueña exclusiva de su cuerpo y, por tanto, del embrión o feto.
A DESPENALIZAR
Eutanasia
Acto de cobardía que va contra la ley de Dios.
A PROHIBIR Y PENALIZAR (al que lo intenta y falla, y a los que colaboren)
Facultad irrenunciable de cada persona para disponer de su propia vida.
A REGULAR (para evitar que se encubran asesinatos)
Ahora que lo he hecho he caído en la cuenta de que me identifico con casi todo lo que está a la derecha ¡Joooodeeeer! ¿A ver si voy a ser de izquierdas?

19 mar 2013

LO DE IRAQ

Resulta que mañana, 20 de marzo, se cumple el décimo aniversario del inicio de la ilegítima y criminal guerra-invasión de Iraq; crimen perpetrado, principalmente, por USA (George W. Bush) y Gran Bretaña (Tony Blair), con la ayuda de un buen número de países entre los que estaba el nuestro, gobernado, entonces, por Aznar. Aunque han pasado 10 años, creo que todos recordamos los hechos anteriores y posteriores a aquel aciago día, al menos los que trascendieron a la opinión pública a través de los medios de comunicación que, todos, se ocuparon profusamente de ellos. A mí, entonces, me pareció —y me sigue pareciendo— que lo que hicieron los invasores ha sido la mayor atrocidad —el más grave crimen— que ha cometido el ser humano ante nuestros ojos, al menos desde que tengo uso de razón. Posiblemente el ser humano, a lo largo de su historia, haya cometidos crímenes mayores, pero el de Iraq tuvo la peculiaridad de que lo contemplamos con amplitud de detalles y casi en directo por la tele; por eso digo que ha sido el mayor crimen del que hemos sido testigos.

Creo que merece la pena echar un vistazo al retrovisor y recordar lo que pasó, aun a riesgo de que algunos de los hechos los tengamos ya distorsionados por el paso del tiempo y hayan perdido fidelidad en nuestra memoria.

Antecedentes. El gran engaño.

No voy a entrar en cuáles fueron las motivaciones del principal invasor, USA (George W. Bush), sino simplemente voy a recordar  lo que durante los meses previos a la invasión se decía en los noticieros de la tele. Colin Powel, a la sazón secretario de estado de USA, y el entonces secretario de defensa Donald Rumsfeld, en ruedas de prensa, en sus intervenciones en la ONU y en cuanto tenían ocasión, no hacían otra cosa que decir al mundo que Saddam Husein era muy malo y había que cargárselo porque tenía «armas de destrucción masiva» y podía hacer mucho daño con ellas. Con este argumento, USA pretendió convencer al mundo de que había que invadir Iraq, así que lo repitieron incansablemente como una letanía apoyándose en dudosos y confusos informes sobre la capacidad bélica de Saddam y sobre las dichosas «armas de destrucción masiva». Pero en la ONU no lo veían claro y, por eso, enviaron a Iraq a dos inspectores (el egipcio Mohamed El Baradei y otro cuyo nombre no recuerdo) para que trataran de investigar sobre el arsenal químico de Iraq y certificar la existencia de las «armas de destrucción masiva» que tanto preocupaban a Bush. Pero los inspectores no pudieron certificar tal existencia; los americanos, aunque lo intentaron con burdas e inconsistentes «pruebas», tampoco. Como anécdota que recuerdo, se nos llegó a mostrar como ejemplo del peligro de Saddam una filmación en la que se veía un artefacto (nos lo mostraron en la tele como noticia importante) parecido a un avión de juguete (de unos 3 metros de largo) colocado sobre una plataforma, de más o menos  1 metro de alta, apoyada en 4 patas con ruedas, que unos tipos con chilaba arrastraban tirando de una cuerda atada a la plataforma. Para descojonarse, si no fuera porque esas cosas se utilizaban como justificación de los criminales propósitos.

Así que los americanos no lograban convencer al mundo de que estaban justificadas sus intenciones invasivas ni conseguían el apoyo internacional para materializarlas, por lo que en todo el planeta había protestas y movimientos ciudadanos (esta vez sí, masivos) en contra de tales intenciones. En España hubo mucha bronca en la calle y en el Parlamento, donde el PP, como partido gubernamental, apoyaba sin reservas a USA (así lo decían, aunque parece que algunos miembros relevantes discrepaban de puertas adentro), lo que llevó a Aznar a hacer una vergonzante intervención en la tele en la que, enfática y afectadamente, y tratando de ser convincente, dijo aquello de, más o menos, «…créanme que es verdad lo de las armas de destrucción masiva…», en un ejercicio de criminal cinismo y desvergüenza.

Y llegó lo de las Azores. El 15 de marzo de 2003, el entonces primer ministro de Portugal José Manuel Durão Barroso fuel el anfitrión de una cumbre a la que asistieron, además del jefecito Bush, Blair y Aznar (Ansar para los amiguetes); ignominiosamente,  los tres han pasado a la historia como los integrantes del «Trío de las Azores». Allí, los tres declararon al mundo que no había otro remedio que invadir Iraq. Y, sin el apoyo de la ONU, lo hicieron.
El trío de las Azores con el anfitrión, Durão Barroso
La guerra-invasión.

La vimos en directo por la tele. Fue, prácticamente, un paseo militar que culminó en diciembre de 2003 con la captura de Saddam Husein, que tres años después fue ahorcado (lo que también nos mostraron en la tele). El ejército iraquí apenas opuso resistencia y, por supuesto, sus famosas «armas de destrucción masiva» no aparecieron. USA aportó el mayor contingente militar (prácticamente el 90 por ciento) y contó, en el momento de la invasión, con un importante apoyo del Reino Unido; España, según se nos dijo, se limitó a aportar, más que nada, apoyo logístico  con algún buque hospital (se conoce que al amigo Ansar le pareció suficiente el apoyo moral que dio en las Azores al primo de Zumosol). Después la ONU autorizó a una treintena de países (la llamada Coalición Multinacional), entre ellos España, a participar en la ocupación de Iraq.

La posguerra.

También la hemos vivido en directo gracias a los informativos de la tele. Durante años —no sabría precisar, pero pongamos que tres—, todos los días, con machacona insistencia, no hubo telenoticias en el que no nos mostraran los efectos de algún atentado o de la consiguiente represión. El horror, la destrucción y la muerte ha sido la constante en Iraq en la posguerra. En un país ocupado ilegítimamente por una fuerza militar es lo que cabe esperar.  La posguerra de Iraq ha sido campo abonado para la acción terrorista y en especial para la de Al Qaeda, que aún se mantiene por aquellas tierras. Según se dice, la posguerra se ha cobrado centenares de miles de vidas en la población civil y entre la insurrección; y, a juzgar por las imágenes que nos llegaban —y siguen llegando, porque la situación sigue siendo muy grave—, ha dejado un país arruinado y destrozado. No sé lo que habrá pasado con el petróleo iraquí y qué beneficio habrá sacado USA de su invasión, pero de lo que no hay duda es de que si, como decían, querían arreglar Iraq lo que hicieron es un pan como unas tortas.

En 2012, Obama dio por finalizada la ocupación, ordenando la retirada de los últimos efectivos militares que aún mantenían en Iraq. España había retirado su apoyo militar en 2004, al poco tiempo de llegar Zapatero al poder y «casualmente» unas semanas antes de la boda del príncipe Felipe y Letizia. Siempre tuve la sospecha de que ZP pudiera haber recibido de Casa Real alguna sugerencia del tipo «Sería un grave contratiempo, presidente, que, unos días antes de la boda, nuestros militares sufrieran en Iraq algún ataque con bajas…», si bien, debo reconocer que ZP había incluido la retirada en su programa electoral. 

El crimen y los criminales.

Ya he dicho al principio que lo de Iraq, en mi opinión, ha sido el mayor crimen de la historia que hemos presenciado, con pelos y señales, los de mi generación. También que sus principales ejecutores —o sea, los criminales— fueron, por orden de responsabilidad, Bush, Blair y Aznar.  Por tanto, hay que colegir que los citados podrían ser acusados y juzgados por tamaño crimen. Según he leído, ya ha habido un tribunal de Kuala Lumpur (Malasia) que ha juzgado y condenado a Bush y Blair por genocidio y crímenes contra la paz (parece que en este caso se libró Aznar), y que, por tanto, ambos podrían ser perseguidos, capturados y procesados en otros estados. No sé cuánto habrá de verdad en esta noticia; para el que le interese, la puede leer aquí .

De lo que sí estoy seguro es de que la historia ya los ha juzgado y que ha condenado a los tres; no es para menos.

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28-05-2020. COMENTARIO ULTERIOR: Hoy, por casualidad, he conocido que en 2016 se publicó el informe Chilcot, encargado ¡en 2009! por el Gobierno británico. Concluye que la guerra contra Irak fue ilegal, injusta, inhumana e irracional. Como me ha extrañado que no recordara nada de ese informe, he indagado en internet qué se dijo sobre él en España. He concluido que se habló muy poco y siempre como algo que afectaba exclusivamente a Tony Blair, cuando en el informe se cita a Aznar más de una veintena de veces. Deduzco que Rajoy, presidente del Gobierno cuando se publicó y vicepresidente cuando se fraguó la guerra, por un lado y Aznar, por otro, maniobrarían para que los medios de comunicación pasaran de puntillas sobre el citado informe.

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12-07-2021. OTRO COMENTARIO ULTERIOR: Acabo de leer un artículo bastante ilustrativo sobre la evidencia del «crimen de Iraq». Se puede leer aquí

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7-08-2021. OTRO COMENTARIO ULTERIOR: Ayer por la noche vi en Cuatro TV la película «Secretos de estado», producción americana/europea, dirigida por Gavin Hood. En la peli se cuenta cómo, en febrero de 2003 (semanas antes de la invasión de Irak), Katherine Gun, empleada  de un organismo de la Inteligencia Británica denominado GCHQ, filtró un documento —que después fue publicado por el periódico «The Observer»— en el que se desvelaban las sucias intenciones de USA para, con el apoyo del Reino Unido, conseguir en la ONU los votos a favor de la guerra contra Iraq de los países indecisos.  
Me pareció una excelente película, además de la evidencia de las criminales trampas de los gobiernos de Bush y Blair para justificar ante el mundo su crimen. 
Por otra parte, me resultó sumamente extraño —a la vez que gratificante— que 16 años después de la criminal invasión se hiciera esta película y que la pudiésemos ver.