31 may 2011

¡Democracia real, YA!

No están muy claros los objetivos, digamos políticos, de los grupos de ciudadanos que desde el 15 de mayo están protagonizando a lo largo y ancho de España un buen número de acampadas urbanas de protesta. Pero sí parece claro que están descontentos o, más bien, indignados: con el sistema, con los políticos y con los poderes fácticos; y lo que quieren es que se sepa. A mí me parece bien que protesten y que evidencien su descontento e indignación, aunque ello suponga una perturbación urbana (que tampoco es tan grave).

Lo que no me parece bien es que la movida se quede —como parece, por lo que he leído— en la simple reivindicación o exigencia de que se cambie la Ley Electoral. Eso ya lo venían reivindicando algunos partidos (sobre todo los pequeños), por lo que, si realmente lo que piden se limita a eso, me temo que el esfuerzo que han hecho los acampados no va a tener la compensación que merecía. Porque, ya que se han decidido a la pelea, deberían haber madurado durante el tiempo de acampada algún objetivo político-social concreto, posible y, sobre todo, práctico que mereciera la pena. Y no digo que la modificación de la Ley Electoral no convenga, tampoco lo contrario; en esto no tengo formado criterio (más bien, tengo algunas dudas).

En lo que sí lo tengo es en que para conseguir alcanzar el objetivo de “Más participación”, que, por lo que he visto, ha sido uno de los principales leitmotiv de los acampados, no hay mejor fórmula que los postulados básicos de la llamada “DEMOCRACIA DIRECTA”, que, sin lugar a dudas —sí, sin lugar a dudas—, es la fórmula idónea para conseguir la “participación ciudadana” en las decisiones de gobierno. Los “indignados” consideran —y es verdad— que los políticos y los poderosos no cuentan con ellos; que no se les tiene en cuenta. A mí me pasa igual, por eso también estoy indignado. Pero yo propongo una solución eficaz y viable  —sí, sí, eficaz y viable— para remediar esa situación, es decir, para que pueda haber mayor participación de toda la ciudadanía en las decisiones gubernamentales de cierta enjundia: propongo que, de una puta vez, los políticos y los listillos de los medios de comunicación se den cuenta de que es de todo punto necesario conducir nuestro sistema democrático hacia el esquema participativo de la “Democracia directa”, y creo que esta propuesta se acomoda perfectamente a la exigencia de “¡Democracia real YA!”, que fue el eslogan reivindicativo con que comenzó el movimiento “15-M”.

Al que sienta curiosidad por saber algo más de esta propuesta le invito a leer el post “DEMOCRACIA DIRECTA-Referéndums por internet”, de junio de 2009, con el que inicié este blog. Es un poco largo, pero creo que merece la pena y, desde luego, viene al pelo.



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